"Comer sin culpa: El camino hacia la libertad y el bienestar".
- Mariana Ríos
- 14 jul 2023
- 3 Min. de lectura
Este mes exploraremos el poderoso concepto de comer sin culpa y cómo puedes liberarte de los ciclos restrictivos de las dietas. Descubriendo que cultivar una relación saludable con la comida y dejar de lado la culpa es un gran paso para lograr cambios de valor y duraderos.
Así que... si estás cansado de entrar y salir de las dietas y deseas una solución más duradera, ¡sigue leyendo!
Nos enfocaremos en 4 puntos a tratar y que si bien podrán no ser sencillos al inicio verás que conforme los practiques se volverán parte de tu estilo de vida.
1) Acepta y honra tus necesidades: Escuchar a nuestro cuerpo es muy importante, nos permite reconocer las señales y satisfacerlas de manera individual en lugar de seguir reglas o cantidades estrictas de consumo de alimentos.
Pero ¡ojo! Que para que esté punto funcione debemos también hacer elecciones conscientes de alimentos, por ponerte un ejemplo, no será la misma saciedad el comer 2 manzanas que comer 2 panes dulces. En el primer caso tu cerebro y estómago llegarán al acuerdo de que están satisfechos mientras que en el segundo tu cerebro dirá estar satisfecho, pero tú estómago no. ¿La razón? Tiene que ver con la cantidad de fibra e ingredientes de uno y de otro.
2) Libérate de la etiqueta "alimentos buenos" y "alimentos malos": Rompe con esta mentalidad de clasificación, los alimentos no son uno ni otro, son simplemente alimentos. Al unirnos a esta creencia solo reforzamos el miedo y la culpa por comer.
Disfrutar de una variedad de alimentos sin sentir culpa ni restricción es reconocer que los alimentos simplemente son más o menos nutritivos para nuestro cuerpo, y eso no los hace buenos o malos, solo nos lleva a meditar un poco más las elecciones a hacer.
Explorando un equilibrio y la moderación en su consumo.
3) Practica la alimentación consciente: Como te he mencionado ya en los puntos anteriores es el aplicar una alimentación consciente día a día, sin saturarte de objetivos. Ve paso a pasito, una acción a la vez.
Aprender a saborear cada bocado, estar presente en el momento de las comidas y desarrollar una mayor conciencia de tus elecciones alimenticias son algunos de los pasitos a dar.
4) Cultiva una mentalidad positiva: Nuestros pensamientos y emociones tienen un efecto directo en nuestra relación con la comida, ya que en base a ellos haremos elecciones y acciones.
Date un respiro y analiza el origen de ciertas creencias sobre la comida, por ejemplo, ¿Por qué sientes culpa si dejas comida? Y ¿Qué puedes hacer para dejar de sentirla?
Lo cierto es que este ejemplo muchos adultos lo experimentan porque de niños sus padres no les permitían salir a jugar si no comían porque "hay muchos niños que no tienen para comer", pero se puede trabajar en esa creencia. Basta con aprender a servir porciones más pequeñas y preferir el tener que pensar si se quiere volver a servir o en los restaurantes pedir el resto de la comida para llevar.
¿Qué opinas?
Comer sin culpa es posible y puede ser el primer paso hacia una vida de libertad y bienestar. Al centrarnos en la aceptación de nuestras necesidades y en el amor propio, podemos transformar nuestra relación con la comida y encontrar un equilibrio saludable.
Si estás listo para liberarte de los ciclos restrictivos de las dietas y embarcarte en un camino de alimentación consciente, ¡estás en el lugar correcto!
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