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¿Tienes hambre emocional?

  • Mariana Ríos
  • 19 may 2023
  • 2 Min. de lectura

El hambre emocional es un fenómeno común en nuestras vidas que impacta a nuestra relación con la comida y nuestro bienestar emocional. Y es que todos hemos experimentado esa sensación de querer comer algo específico no porque tengamos hambre física, que nos gruña el estómago o sea hora de comer, sino porque buscamos consuelo, alivio o distracción. En el blog de este mes exploraremos más a fondo el hambre emocional, sus causas y cómo podemos abordarlo de manera saludable.


El hambre emocional se refiere a la necesidad de comer como respuesta a las emociones, dichas emociones o sentimientos pueden ser cómodos como la alegría, el amor, etcétera, o incómodos como la tristeza, el aburrimiento, el estrés, etc. Identificar qué la desencadena es el primer paso para manejarlo de manera efectiva.


Algunos ejemplos, que variarán de persona a persona y situación, son:


Aburrimiento -> comer simplemente por "hacer algo".

Ansiedad -> usas la comida para calmarte.

Consuelo -> superar el momento difícil o tranquilizarte, como en una ruptura amorosa.

Depresión leve -> los carbohidratos aumentan la serotonina que te "hace sentir mejor".

Festejo/Alegría -> la comida acompaña la mayoría de nuestros eventos (cumpleaños, bodas, torneo deportivo, etc.).

Logro/Premio -> logré "x" me merezco un premio, premio que generalmente es un postre o dulce.


Existen más, claro después de todo el hambre emocional es parte de nuestras tradiciones, vida familiar, social, en pareja, laboral, por ejemplo.


El detalle es aprender a identificar al desencadenante y buscar otras formas de calmarle, la comida suele ser la primera opción por esta relación cultural, sin embargo, y no quiero decir que de ahora en adelante no festejes los cumpleaños con comida, hay que reconocer que hay otras formas de disfrutar o sanar la emoción.


Por ejemplo, en el caso de la ansiedad puedes hacer meditación, dibujar, leer o hablar por teléfono con alguien. Evitando así recurrir a la comida. Los festejos pueden no girar 100% entorno a la comida, con este regreso a la vida sin pandemia las actividades al aire libre son una buena opción de festejo.


Superar el hambre emocional a largo plazo, en sí es desarrollar una relación saludable con la comida, con acciones como la planificación de comidas, la atención a las señales de hambre y saciedad, elecciones conscientes y, por supuesto, de ser necesario el acompañamiento psicológico pertinente. Estos hábitos promoverán una relación más positiva con la comida y reducirán el impacto del hambre emocional en nuestras vidas.


El hambre emocional puede ser un desafío, pero no es insuperable. Al comprender su desencadenante y aplicar estrategias efectivas para afrontarlo, podemos liberarnos de los patrones alimentarios no saludables y encontrar un equilibrio emocional duradero.


Recuerda, es importante ser amable contigo mismo mientras trabajas en construir una relación más saludable con la comida, reconoce los pasitos que das y no desesperes, después de todo estás en el camino correcto hacia una mayor autoconciencia, autocontrol y bienestar general.


Si sientes que necesitas apoyo adicional, no dudes en buscar la ayuda de profesionales, como nutricionistas o psicólogos especializados.


¡Te deseo éxito en tu viaje hacia una relación más

saludable con la comida y contigo mismo!



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