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¿Embarazo Emocional?

  • Mariana Ríos
  • 16 ago 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 4 ene 2023

En el desarrollo psico-evolutivo primero viene el apego y luego llega el vínculo, pero ¿Qué es el apego?


El apego es un mecanismo pre programado que activa toda una gama de comportamientos, posibilitando la vinculación “bebé-cuidador” (mamá, papá, familiar). Con el objetivo biológico de que el cuidador pueda proveer, por medio de la proximidad, protección y seguridad, permitiendo la exploración de lo desconocido.


Por su parte el vínculo es el lazo afectivo que emerge entre dos personas y que genera un marco de confianza entre ambos y la vida, siempre en un contexto de comunicación y desarrollo.


Como puedes ver estos dos términos son importantes para el desarrollo psico-emocional de cualquier persona, ya que son la base de nuestra personalidad o conducta.


Comenzando desde el embarazo/concepción donde mamá y papá sufren una serie de cambios físicos y emocionales, y momento en que se refuerza los beneficios de mensajes y pensamientos positivos.


Mamá:

-La imagen corporal, su cuerpo ahora es un lugar de recepción, construcción y creación de vida.

-La fantasía y la realidad se entrelazan, imaginar cómo será el bebé y su relación.

-La existencia de miedo, inseguridad, estrés, alegría, ansiedad… Toda una montaña rusa de emociones.

-Se identifica con el bebé (feto), hay una tendencia a necesitar de su propia madre quien da una sensación de estabilidad emocional.

-Hay un momento de reflexión, revisa su idea de maternidad y adopta su propio modelo de la misma.


Papá:

-También hay miedo e inseguridades, y hay mayor preocupación por el sustento familiar.

-Se puede sentir excluido o fuera de lugar, ya que la atención se enfoca en un ser que desconoce, trabajando así su tolerancia.

-Le preocupa el embarazo y dañarlo, por eso hay cambios de actitud hacia la pareja.


Todas estas emociones y situaciones tienen efecto en el bebé (feto), de hecho, el bebé intrauterino desarrolla su vida emocional activamente desde el 6to mes de embarazo ya que en ese momento cuenta con la capacidad de ver, oír, experimentar, degustar e, incluso, aprender (aunque sea de manera primitiva).


Como dice la psico-bióloga Vivette Glover, “La educación emocional comienza en el útero”. También señala que la ansiedad de la mamá podría multiplicar por 2 la hiperactividad del bebé y, en casos extremos, trastornos conductuales.


Los bebés privados de nutrientes afectivos pueden llegar a presentar una necesidad excesiva de ser amados, presentar sentimientos de culpa, depresión, apatía o indiferencia, así como un retardo en el desarrollo y una mala regulación de sus emociones.


Sin embargo, todo esto se alivia o mejora al momento de amamantar o dar lactancia materna, ya que dicho acto hace que bebé y cuidador (mamá, papá, familiar) vuelvan a ser uno y exista un reconocimiento.


Al amamantar o dar lactancia materna se reafirma el sentimiento de seguridad y confianza que el bebé sentía en el vientre de la mamá. Además, hay intercambio de miradas, palabras, caricias y sonrisas, lo que ayuda aún más al bebé.


Algunas recomendaciones extras son:

-Que mamá y papá hablen y planeen el embarazo.

-Que mamá y papá a lo largo del embarazo hablen de cómo se sienten.

-Ser constantes y puntuales en las visitas al médico, nutriólogo, psicólogo, etc.

-Asistir a talleres de psico-profilaxis.

-Informarse sobre lo que pasa y puede llegar a pasar durante el embarazo y después del parto.


El embarazo y la lactancia materna no son momentos exclusivos de la mamá y el bebé, papá también puede y deber, idealmente, participar de manera activa y responsable, tiene MUCHOS beneficios para ambas partes.


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